jueves, 10 de julio de 2014

La fábula de la rana sorda

Una de las opciones que tenía sobre el nombre del blog, era "mis historias y sinsentidos", pero después alguien me dijo que sonaba mejor sin el "mis", pero yo que soy de darle a todo una razón, pensé cuál podía ser el motivo para dejar o quitar ese "mis"... y fue sencillo. Entre las cosas que quiero compartir con vosotros, no están sólo mis textos, o mis ralladas mentales o sinsentidos; sino también otros textos o historias que me voy encontrando y que por un motivo o por otro me transmiten algo bonito y especial. Así que por eso, el "mis" desapareció; y hoy voy a compartiros una de esas historias que no son mías, pero que tienen algo que seguro que a vosotros también os gusta.

Tengo muchas guardadas, enlaces, copiadas en papeles, impresas, en word..., pero esta mañana he leído una y sí, no voy a dejarlo para otro día, porque últimamente me viene muy a cuento, y no voy a explicar ahora el motivo porque os fastidio la historia, si eso, luego!


Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenia caso seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron:"nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Hsien-Sheng Liang (fábula oriental) 




Hay dos lecciones principales en esta fábula y en cada página que buscaba encontraba algún detalle nuevo, aunque en esencia sería esto:
  1. La palabra tiene poder de vida y muerte.
    • Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo al finalizar el día.
    • Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobre todo con lo que escuchamos, no siempre hay que prestar atención, utilicemos sólo lo que es bueno.
  2. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

(No pongo ningún enlace porque buscando en internet he encontrado distintas páginas que la comparten y no voy a poner todos, especialmente teniendo autor, me quedo con eso.)



¿Por qué este texto?
Primero, porque me gustan las ranas! Y segundo porque hay quien se dedica a regalarme los oídos con ánimos y con "tú puedes" y cosas similares, hay alguien que siempre, apuesta por mi, da igual la locura que plantee ese día... si yo digo ¿Qué te parece?, la respuesta siempre es positiva (aunque a veces esté más soñando que con los pies en el suelo). Pero en ese momento, cuando alguien confía en ti, con sólo unas pocas palabras te da el valor que necesitas y sientes que puedes hasta volar!



La calidad de la foto es malísima, pero es la que tiene mi móvil...

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